miércoles, 6 de junio de 2012

La 'cabeza' no le funciona

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La 'cabeza' no le funciona al Real Madrid cuando se enfrenta al Barcelona
Las pocas diferencias entre Madrid y Barça son a nivel mental. (EFE)
"La influencia de la psicología en el rendimiento de los deportistas es absoluta". Así de claro se muestra Enrique Garcés de los Fayos, doctor en Psicología y profesor de la Universidad de Murcia (UM), cuando le preguntamos por el papel que tiene 'la cabeza' de los deportistas ante un partido o competición. Tras el Madrid-Barça  muchos madridistas se preguntan por qué han vuelto a perder ante el eterno rival si este año están consiguiendo jugar mejor y van primeros en la Liga. La respuesta es sencilla, según Garcés, "el fútbol es algo más que un tema físico" y la tensión, la relajación o el miedo con el que hagas frente a un importante reto puede ayudarte o impedirte conseguirlo.
Este psicólogo especializado en deporte explica a El Confidencial que "cuando en un partido de este nivel se enfrentan dos de los mejores equipos del mundo, las diferencias que haya serán a nivel mental". Garcés pone como ejemplo a algunos entrenadores de tenis que aseguran que si nos fijamos en los diez mejores tenistas del mundo "son muy parecidos". Si les privamos de sus aspectos psicológicos diferenciales, serán idénticos, ya que "ese plus mental es lo que los distinguirá".
Una de las cuestiones fundamentales es que los futbolistas "deben tener muy claros sus objetivos". El problema para Garcés es que "muchas veces esas metas personales están disfrazadas detrás de los objetivos del equipo". Por ejemplo, independientemente de lo que busque el Madrid, "Cristiano Ronaldo necesita resultados inmediatos para satisfacer su vanidad" y si no lo consigue sufrirá cierta frustración.
En ocasiones, los intereses de algunos jugadores pueden chocar con los del club, con lo que se crea un conflicto que también afectará a los resultados. Enrique Garcés recomienda trabajar para tener unas metas claras y hacernos conscientes de lo que es bueno para el equipo. Se pregunta si tras los resultados obtenidos el Real Madrid está trabajando mentalmente con sus jugadores.
Hay muchas variables interrelacionadas que influyen en una competición. Se necesitan jugadores "precisos y concentrados" y si no entrenamos nuestra cabeza para enfrentarnos en positivo a los retos deportivos, podemos padecer situaciones de estrés, ansiedad y frustración.
El segundo paso tras el entrenamiento psicológico es que tengamos la tranquilidad de que estamos haciendo las cosas bien y de que seamos humildes. "Objetivamente hay un equipo que es mejor que otro y lo que tenemos que hacer es asumir que los otros son mejores", comenta el profesor de la UM, que no cree que "el Madrid salga pensando que es inferior, por lo que no tiene aceptado esto. Percibo cierta prepotencia en los blancos y con eso no se solucionan partidos".
La humildad de Guardiola frente a la filosofía del miedo de Mourinho
Si miramos a Real Madrid y Barcelona nos encontramos con dos estilos totalmente distintos y hasta contrapuestos. Sólo hay que ver cómo se enfrentan a sus rivales y la psicología es clave para definir estas dos corrientes.
"Guardiola lo hace mucho mejor porque antes del partido avisa de que hay que tener cuidado, de que el Madrid es líder, etc. Con ello, consigue eliminar la ansiedad de sus jugadores y salen más relajados porque saben que lo están haciendo bien", dice Garcés. Si nos fijamos en los entrenamientos, "los del Barça son más humanos y cálidos. Son como una familia y eso quiere decir que se han trabajado bien los aspectos mentales".
Para el psicólogo "el estilo del Barcelona tiene características que no tiene el del Madrid". Lo primero es que "Guardiola es un líder y Mourinho no. Un líder no es el que más grita, sino el que consigue que sus jugadores hagan lo que él quiere. Si Mourinho dice algo, le siguen por miedo". Éste pone como ejemplo lo sucedido con el futbolista Pedro León, el que tras enfrentarse al entrenador salió del equipo. Distinto es, según el profesor de la UM, lo que ocurrió con Ibrahimovic en el Barcelona. "Éste se fue porque en el equipo no querían un Cristiano Ronaldo", alude.
Otra diferencia es que "Guardiola plantea todos los partidos con humildad y respeto, algo que ha transmitido a los jugadores". Si nos fijamos, nos damos cuenta además del perfil de los futbolistas de los dos clubes. "Los azulgranas no son tan mediáticos como los del Madrid y carecen de grandes egos, al contrario que en la casa blanca".
Esa ventaja psicológica de los catalanes se ve en su propio entrenador. "Guardiola está muy por encima de sus jugadores a nivel mental y trata los problemas de tú a tú, preocupándose por todo lo que les sucede a sus futbolistas". También explica que en el Barça "se deja a los deportistas crear y se valora la creatividad que ofrecen".
Enrique Garcés pone como ejemplo la reacción del portero azulgrana, Víctor Valdés, cuando le marcaron un gol en el primer minuto del partido contra el Real Madrid. "Valdés estaba tranquilo y tras el disparo siguió jugando el balón con los pies, a pesar de que había cometido un error". Si esto hubiese sucedido en su eterno rival, la reacción no hubiese sido igual, gracias a "la filosofía del miedo" que imparte Mourinho.
En ese sentido, Garcés asegura que "la culpa de lo ocurrido es del entrenador portugués porque no se puede negar que sus jugadores sean extraordinarios".
En el Madrid hay jugadores que se sienten atenazados por Cristiano Ronaldo
En la relación con el resto de compañeros y en la concepción del equipo como una piña está otra de las causas de los problemas de los blancos ante el Barcelona. Aquí vuelve a entrar en escenaCristiano Ronaldo, la gran estrella del club.
"En el Madrid hay jugadores que se sienten atenazados por Ronaldo porque tienen que jugar para él. Sin embargo, cuando Cristiano no ha sido convocado a algún encuentro, el resto de sus compañeros han hecho su trabajo", considera. "Las individualidades en deportes colectivos perjudican porque un delantero se pensará cuando reciba el balón si dispara o si se lo pasa al portugués".
A diferencia, el club azulgrana "no juega en torno a una estrella, pero siempre acaba saliendo la figura de Messi como protagonista del partido". El psicólogo alude a la historia de David Villa: "es mejor ser capaz de convencer al asturiano para que marque menos goles, pero consigan ganar partidos, que al revés".
La frustración de Cristiano ante Messi
Al igual que sus respectivos entrenadores, Leo Messi y Cristiano Ronaldo "son la antítesis". "Mientras Cristiano es guapo, vende y es un fenómeno de masas", el argentino es todo lo contrario, lo que no le priva de ofrecer un buen fútbol.
A una persona como Ronaldo, que está acostumbrada a ser el centro de la competición y a marcar muchos tantos, le supone un problema la forma en que Messi le eclipsa. "No lo puede llevar bien", comenta Garcés.

Messi y Cristiano son la antítesis. (EFE)
"Si Cristiano es inteligente siempre echará la culpa al argentino y no a sí mismo. Es mejor tener un enemigo para justificarse de sus malos resultados, aunque nunca dirá que Messi es mejor. Su estado mental se quedará tranquilo si cree que ha hecho todo lo posible", explica. Sin embargo, este problema "es algo interno que generará una frustración, pero que no llegará a convertirse en odio".
Otro ejemplo de las dos formas de hacer fútbol es la actitud del capitán blanco, Iker Casillas, y del segundo del Barça, Xavi Hernández. "La tranquilidad mental que transmite Xavi a su equipo es fundamental", sin embargo, Casillas se pone muy nervioso cuando le marcan, a diferencia de Valdés.
Para ganar un encuentro desde la cabeza, el psicólogo asegura que"la clave es estar en la tensión óptima, no en la máxima". De todas formas comenta que hay que trabajar durante los entrenamientos psicológicos estas habilidades, como se ha hecho en Barcelona.
Garcés alerta de la presión que sufren los deportistas de élite. "El deporte profesional es tremendamente exigente y no todo el mundo está preparado para jugar a tan alto nivel, o para cobrar tanto dinero. Suelen ser gente muy joven y no les es fácil llevar esa vida". Por eso, en los deportes hay bastantes problemas menos importancia como la ansiedad o síntomas depresivos menores, pero que pueden llegar a convertirse en dolencias más serias como, por ejemplo, el síndrome de Burnout –una respuesta prolongada del organismo ante la presión y el estrés-.
"A muchos deportistas se les revienta física y mentalmente durante todo el año y al final acaban cayendo porque no pueden mantener ese nivel siempre", explica el psicólogo. Se refiere a Rafa Nadal, por ejemplo, que ha sufrido un fuerte desgaste por la presión que tenía cuando estaba en su mejor momento.
El exceso de confianza no tiene por qué influir
Respecto a cómo se presentan los equipos con mejores resultados ante un partido y de cómo nos condiciona el hecho de que seamos favoritos o de que nadie dé un duro por nosotros, el profesor de la UM aclara que "el exceso de confianza no tiene por qué influir". El ejemplo es la selección española, que tras ganar el Mundial y la Eurocopa se presenta a la competición continental como un adversario al que temer.
Si sales concentrado y con el estrés controlado, ya quemas la moral al contrario
"Del Bosque lo está haciendo muy bien y no está presionando a los jugadores porque está usando el estilo Guardiola, con lo que al enfrentarnos a grandes selecciones, los encuentros te los juegas a detalles". En este caso, la ventaja psicológica también será fundamental.
Muchas voces han criticado ya los resultados de la roja en partidos amistosos, donde ha perdido, y han achacado a ese exceso de confianza el motivo de los resultados. "Los amistosos se pierden porque no son relevantes y los jugadores van tranquilos a hacer lo que pueden, pero ya está, porque tienen más que perder -con una lesión por ejemplo-, que ganar".
En cuanto al uso de técnicas que puedan desmoralizar al oponente, Enrique Garcés afirma "que eso es una leyenda urbana porque los equipos trabajan en positivo. Si sales concentrado y con el estrés controlado, ya quemas la moral al contrario, que te verá como imparable".
fuente: el confidencial


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